El Ritual del Pleno Verano.
(desde el 15 de enero hasta el 15 de
Mayo.)
Celebrado el 15 de febrero.
Una vez colocado todo en el altar,
encendemos el incienso y nos paramos frente al altar y recitamos la invocación
a los dioses diciendo:
Es pleno
verano, el mundo esta envuelto por los rayos de Cawe dios sol;
Es Pleno
verano, y Sibu nos bendice dándonos a Cawe para que con sus rayos venditos nos
calienten y bendigan;
Es pleno
verano, aunque los suelos están secos y no caiga la lluvia me regocijaré en
Cawe quien me da sus rayos;
Es pleno
verano, y se que el dios Quiateot Dios de la lluvia, nos dará pronto las cosechas.
Prendemos la vela roja en el centro del
altar, y mientras las llamas se elevan, decimos:
Prendo
este fuego en tu honor, Sula-Yaba,
Tu
creaste la vida de la muerte,
El calor
y el frío.
El sol
vive una vez mas,
El
salve, Madre de todos!
Debemos
proyectar el sol en nuestros pensamientos, en las energías ocultas que yacen en
el verano, no solo en la tierra sino dentro de nosotros mismos. Debemos pensar
en el nacimiento no como el comienzo de una nueva vida, sino como la
continuación de otra. Debemos dar la bienvenida a Cawe en su retorno.
Luego decimos:
Gran
Dios del sol Cawe, Doy la bienvenida a tu retorno.
Que
brilles intensamente sobre la Sula-Yaba.
Que
brilles intensamente sobre la madre tierra.
Desperdigando
semillas y fertilizando los campos.
Bendito
seas, Renacido dios Cawe.
Luego enciendes las
velas azules.
Primero la vela que
está situada hacia el norte, diciendo:
Rodea a
mi familia querida en la luz del amor y la verdad de la sabiduría; que podamos
reconocer las aportaciones de todos y cada uno. Que podamos acercarnos entre
nosotros cada día con amor y compasión. Que estemos abiertos a comprender
nuestras debilidades y disfrutemos del mutuo amor.
Continúas encendiendo las velas, siguiendo
las manecillas del reloj y repitiendo la frase anterior. Luego tomas la primera
hierba seca y la quemas en la primera vela encendida, al tiempo que dices:
Con la
quema de esta hoja destierro de mi vida todos los celos, rencores,
resentimientos y malentendidos de todos los que pertenecemos a esta familia.
Tomas la segunda hoja y la quemas en la
segunda vela mientras dices:
Destierro,
con las cenizas de esta hoja, toda la malicia e interferencias ajenas y
propias. La indiferencia y miedos que pudieran dañar a cualquiera de nosotros y
revierte todo aquello que amenaza nuestra unidad y bienestar.
En la tercera vela quemas una hoja
diciendo:
Alejo
las palabras irreflexivas e hirientes, las cobardías, los conflictos entre
nosotros, para que siempre tengamos relaciones constructivas que nos
enriquezcan y den bienestar a quienes nos amen.
Con una última hoja en la cuarta vela,
dices:
Con esta última hoja destierro la posesividad, los
sentimientos de culpa y control. El amor asfixiante que impide que los miembros de
esta familia encuentren el auténtico amor, que siempre es libre y libertario,
la realización e independencia. Que salgamos al mundo para regresar al seno
familiar por nuestra propia decisión.
Cuando las velas se consuman completamente,
después de derramar luz y protección sobre cada fotografía, tarjeta y sobre
cada fruta, recoges tu altar. Guardas las piedras o cristales en un sobre de
color rosa, hasta el siguiente año. Colocas la fruta sobre la mesa, dando una a
cada persona que habite en el hogar o a quienes recibas de visita.
Saludos.
ResponderEliminarQuiero formarme en todos los dioses de los ancestros costarricenses.
Quiero saber más de Sula-Yaba, del dios del trueno y de los antecesores a Sibu.
Quiero compararlos con deidades africanas.
Saber si hay correspondencias con otros dioses como Pachamama, Viracocha, Odín (Wotan).
Si puedes poner algo de esa información, te lo agradezco, más que ese ritual.
Quiero también recoger todo relato posible de nuestra mitología religiosa.